28 de febrero de 2007

Hasta pienso lo que pienso que no debería pensar...


A veces te das cuenta demasiado tarde de que no has hecho lo correcto, pero te auto convences de que no ha sido tan malo. Soy especialista en convencerme a mi misma de sentimientos que no tengo, que no siento y así me va dando tumbos de una ciudad a otra, de un lugar a otro, de un mundo a otro buscando lo que no puedo encontrar. Perderme, empezar de nuevo para caer siempre en lo mismo ¿Cuándo me cansaré de buscar? ¿Cuándo miraré dentro de mí para saber realmente lo que voy a hacer? Quizás cuando sea demasiado tarde…
Creo que éste no es mi sitio, aunque quizás es demasiado pronto para saberlo. Mi equivocación fue no dejarme guiar por la primera decisión que tomé… las segundas opciones nunca son buenas pero sí comprensibles. Siempre me dejo llevar por mis primeras decisiones y no me suelo equivocar ¿Por qué esta vez no? ¿Qué me asustó?
Será que me voy haciendo mayor y empiezo a pensar más…y ya no soy tan egoísta de sólo pensar en mí (lo que se me acaba de pasar por la cabeza…puffff…creo que nunca lo había pensado)
Lo dejo, seguiré otro día…se me ha ido la cabeza…

13 de febrero de 2007

La bruja sin escoba

Creo que no era la bruja de blancanieves, ni la bruja de blair, ni las embrujadas, ni la bruja de Hansel y Gretel… ni si sería buena o mala… o si era fea pero sé que no tenía ni verruga, ni escoba, ni ese sombrero puntiagudo que tanto me gusta. ¿Y el gato negro? ¿Lo tendría en casa?
Y entonces ¿qué hacía allí? O mejor dicho que hacía yo allí…en qué momento decidí que una “bruja” se metiera en mi vida e intentara a través de unas cartas viejas adivinar que pasaría en mi vida amorosa o en mi trabajo.
No creo en las brujas que cobran por decirte lo que todo el mundo sabe… pero creo en el poder que tienen algunas personas para ver el futuro. Pero lo jodido es que adivinó cosas de mí, supo decirme lo más duro de mi vida y lo que me costó superarlo, lo sola que me encuentro a veces en esta ciudad sin alma que me ha hechizado para que no pueda escaparme. Adivinó los cambios que se están llevando a cabo en mi vida laboral pero no me supo decir si para bien o para mal… eso quedará en suspense… que es una de las cosas buenas que tiene la vida… no saber lo que va a pasar mañana aunque a veces deseemos saberlo y recurramos a “brujas” sin escoba.
Como buena gallega que soy creo en las meigas, en la santa compaña y en los espíritus pero no creo en los engaños, ni en las falsas meigas que hacen magia negra o intentan embaucar a la gente con falsas esperanzas… Pero seguramente volveré a caer en las redes de la curiosidad y si tengo la oportunidad (nunca la buscaré) dejaré que una bruja sin escoba me diga que puedo esperar de mi misteriosa vida…